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domingo, 27 de agosto de 2017

Media Maraton de Bogota 2017 - Un reto de todos

Con chaqueta azul aparezco iniciando la carrera

El pasado domingo 30 de Julio participe en la Media Maratón de Bogotá 2017. Fueron 21 Kilómetros exigentes. Mi tiempo fue 2 horas y 21 minutos aunque hubiera sido mucho mejor mi tiempo este año. Fue satisfactorio cruzar la meta ya que desde varios kilómetros antes tuve que bajar el ritmo a causa de un alto riesgo de calambre.

En anteriores recorridos tuve diferentes dificultades como: Pies ampollados, calzado inadecuado, dolores en la rodilla, bajo de nivel y poco entrenamiento, bajo nivel de concentración y últimamente en las dos últimas ediciones he tenido problemas con el tema de los calambres.

Han sido 5 las participaciones teniendo la fortuna de estar en este evento para quienes hemos adoptando un estilo de vida y una disciplina frente al estado físico. Se realizan ajustes en la alimentación, entrenamientos, descanso, amistades y una gran necesidad de proseguir sumando kilómetros.


El año pasado tuve un tiempo de 2 horas y 17 minutos. Este año fueron 4 minutos de más. Lo cual me permite analizar en mejorar mi próximo registro de 21 Kilómetros una distancia algo exigente pero no tan exigente como la de 42k. Por tal razón mi próximo reto es mejorar mis registros de 21k enfocarme en la Maratón de las flores en Medellín el 17 de Septiembre realizar el recorrido de 21k con todo el aprendizaje y experiencia que tengo y mejorar mi tiempo personal. Así será !! . 

martes, 23 de mayo de 2017

Una tarde soleada en Bogotá

Dicen que Bogotá está más cerca las estrellas por sus 2.600 Metros sobre el nivel del mar. Una ciudad en continuo crecimiento que recibe a personas de las diferentes regiones de Colombia. Es de reconocer que también la ciudad es un referente turístico.



Tuve la oportunidad el viernes pasado de presentar mi ciudad a dos amigos brasileños de una amiga ellos provenían de New York con Escala en Bogotá hacia Brasil que me recomendó. Solo tenían un par de horas para dar una vuelta ya que el avión de ellos hacía escala en Bogotá y querían conocer algo de este País.  

Fuimos al centro histórico primero hicimos una parada en la Plaza del Chorro de Quevedo en donde ellos probaron algo de la comida típica de este país: la bandeja paisa.

Luego del almuerzo aprovechamos para caminar en una tarde soleada hasta la Plaza de Bolívar donde se puede apreciar el Palacio de Justicia, La Alcaldía, El congreso de la República, La casa de Nariño, Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. También recorrimos parte del Museo Botero y pasamos por el Museo de la independencia casa del florero.


En nuestro camino conversamos sobre fútbol, historia, política y sobre las vidas personales de cada quien. Decidí llevarles hasta un lugar donde podian apreciar la perspectiva de toda la ciudad. Pasamos por la av séptima al  el eje ambiental hasta subir a un teleférico al Santuario de Monserrate para divisar toda la ciudad desde las Montañas donde se aprecia una ciudad con amplios contrastes. Ellos pudieron conocer en gran parte la ciudad nuevamente bajamos por teleférico para luego despedirlos camino al aeropuerto. 


Hay tanta historia por conocer y recorrer fueron tantos los pasos que dimos en ese breve tiempo tambien me falta conocer otros idiomas además de otras culturas pues este ejercicio el cual fue gratificante abre puertas en otros lugares además de hacer nuevas amistades. Aun a mi me falta mucho por conocer es un gusto enseñar lo que conozco. 

domingo, 1 de mayo de 2016

El Oro que no se extravio

Estuve visitando el Museo del Oro en estos días de lluvia en Bogotá, he ido en algunas ocasiones pero cada vez aprecio cosas diferentes en este espacio de aprendizaje y encuentro con nuestra cultura. 

Quienes tenían acceso a este museo en sus inicios eran las personas ilustres de la alta sociedad de la época hoy por fortuna todas las personas tenemos acceso a este lugar del Banco de la República diseñado en los años 60 al frente del parque Santander y de la Iglesia de San Francisco en el centro de Bogotá.

Las salas nos presentan las diferentes piezas de orfebrería, alfarería como también objetos en conchas, textiles entre otros de las culturas indígenas del territorio Colombiano, evidencian un  desarrollo y la concepción que tenían con lo espiritual.

La primera pieza que tuvo el museo era el Poporo Quimbaya que los indígenas utilizaron para el mambeo de las hojas de coca durante sus ceremonias religiosas este ejemplar fue elaborado en el año 301 a.C. El Museo del Oro recupera este objeto para la preservación del patrimonio culturar que anteriormente no tenía el control suficiente que actualmente tiene para recuperar este legado.

Otra de las piezas que siempre me ha llamado la atención es la balsa Muisca que tiene toda una simbología del heredero al cacicazgo haciendo alusión a la leyenda del Dorando donde su comunidad lanzaba objetos de oro y esmeraldas para rendirle culto a sus dioses, dicha pieza data aproximadamente del 600 – 1600 d.C. Existía otra balsa Música hallada en las lagunas de Siecha, fue llamada la balsa de Siecha encontrada en 1856, la cual era de propiedad de un coleccionista alemán Salomón Koppel que la vendió al Museo Real de Berlín por ese entonces no existía ninguna legislación Colombiana que protegiera su patrimonio histórico por ese entonces la pieza salió del País y al llegar al puerto de Bremen desaparece la Balsa de Siecha en un incendio.

Imagen de la Balsa de Siecha que se destruyó en un incendio al llegar al puerto de Bremen.

Hoy en día diferentes piezas de nuestra cultura emigraron del País y están exhibidas en otros Museos y esperan ser repatriadas por medio de la Unesco; como por ejemplo el tesoro Quimbaya 123 piezas de Oro y algunas piezas de cercanía que un Presidente de turno le regalo a la Reina Española. Cuando pienso en lo anteriormente citado me imagino la gran cantidad de oro saqueado en galeones sin tener en cuenta la representatividad de las piezas históricas con una ruptura de culturas que se presentó en la imposición de otras creencias. 

Son tantas las historias que albergan este tipo de piezas que un recorrido no es suficiente para seguir regresando y reencontrarnos con nuestras raíces que se complementan con las diferentes culturas que rodean nuestro continente. Es frecuente ver como gente de diferentes países o ciudades del territorio Colombiano para apreciar el Oro que no se extravió.


Hoy primero de Mayo día internacional del trabajo albergo la esperanza de encontrar el trabajo que espero por el momento sigo estudiando y terminando la especialización en Gerencia Social que comentaré en mi próximo post la experiencia que he tenido con este objetivo que tengo.  

Aquí las diferentes piezas del  Museo del Oro que pude apreciar en esta visita 

viernes, 25 de marzo de 2016

Esta es mi historia

“Alguien me habló un día que para Dios no hay nada imposible, que Él quería darme vida y vida en abundancia.  

Hace aproximadamente 15 años me infecte de VIH. Decidí colocar mi confianza en Dios para seguir adelante y romper así con la tristeza y la culpa. Él me dio las ganas para vivir demostrándose su amor por medio de personas que rodeaban mi vida. Por ejemplo, mi familia que es conocedora de esta realidad y son un respaldo y apoyo, como también personas que son fuente de motivación para mí. Dejé de pensar en la muerte y comencé a darle sentido a mi vida.

Al principio, fue una noticia devastadora la cual nunca esperaba o me rondaba en la cabeza, tal vez porque pensaba que eso les pasaba a otras personas. Tenía 19 años cuando me infecté. No sabía cómo iba a afrontar tal suceso en mi vida, me sentía muy culpable; me alejé de la gente, estaba desesperado y en lo único que tenía en mi mente era la muerte inminente sin haber hecho tantas cosas. He conocido gente que apenas recibe el diagnóstico, la muerte los sorprende prontamente y he visto a muchas personas ser discriminadas y juzgadas por tener esta condición. Yo también he tenido que vivir los cuestionamientos de gente que desconoce lo referente a esta enfermedad. Tuve que entender lo que estaba viviendo por el VIH. Se trata de una infección que afecta el sistema inmunológico, dejándolo sin defensas ante diferentes enfermedades que lentamente y letalmente, terminarían con mi vida por algo llamado Sida, que es una fase donde se presentan los síntomas y se manifiestan diferentes enfermedades de esta infección. Tuve muchas dificultades en el acceso y cobertura en el sistema de salud pero me pude asesorar para estar vinculado y recibir la atención necesaria.

Actualmente estoy bajo tratamiento y recibo medicamentos antiretrovirales mes a mes que debo tomar todos los días; estos componentes frenan el proceso de multiplicación del virus. Este tipo de tratamiento me permite estar estable. Sin embargo, he tenido algunas dificultades por las medicaciones que han generado reacciones alérgicas a lo largo de este proceso. He seguido las recomendaciones médicas para adaptarme a la medicación complementándola con una buena nutrición y en estos momentos me encuentro con muy buenas defensas para contrarrestar los efectos del virus, el cual se encuentra en nivel indetectable.


Recuerdo aquel día que leyendo la Biblia, esperando respuesta a mi necesidad, encontré este claro mensaje que acogí para mí: ¡No moriré, sino que he de vivir para contar lo que el Señor ha hecho! (Salmo 118, 17). Esto apenas es el comienzo de muchas cosas por hacer, decidí creer en el mensaje de Dios quien llenó mi vida y me permitió resurgir ofreciéndome la posibilidad de brindar esperanza a las demás personas. Me preparé, pude estudiar una carrera y ahora espero ofrecer aquello que algún día alguien me presentó: el amor de Dios dándole esperanza a mi vida”.